Presentación

Desde la década de los años setenta del siglo pasado, la mayoría de los países han ido incorporando la enseñanza de la Atención Primaria (AP) y la Medicina de Familia (MF) a los curriculae de sus facultades de ciencias de la salud.
Universidades de prestigio como McMaster y Maastrich hace años que cuentan con estructuras académicas en este ámbito y en la actualidad la gran mayoría de las Facultades de los países americanos y europeos también las tienen.
En España, la Medicina de Familia, después de más de 35 años transcurridos desde el reconocimiento oficial de la misma,  se encuentra en un proceso expansivo y de desarrollo profesional en todos sus ámbitos competenciales. En los nuevos Planes del Grado de Medicina la mitad de las Facultades españolas han incorporado la Medicina de Familia y existen algunos Programas de Postgrado específicos en Medicina de Familia.
Pero aun queda mucho camino por recorrer para que la Medicina de Familia sea una disciplina equivalente a otras especialidades médicas.  Recomendaciones de diferentes organismos e instituciones nacionales e internacionales apuntan que es necesario que los estudiantes en ciencias de la salud tomen contacto teórico y práctico con la Atención Primaria y la Medicina de Familia y que la enseñanza de ésta se realice con un soporte organizativo suficiente dentro de la Universidad.
Los países que han conseguido un buen desarrollo de la Atención Primaria y la Medicina de Familia presentan mejores indicadores de salud, mayor equidad y accesibilidad. La Universidad debe contribuir a ese desarrollo.
Medicina de Familia y Universidad no caminan de forma separada o alternativa, deben ir de la mano ya que ambas forman parte de la dinámica de desarrollo de la especialidad.